Los cargadores eléctricos urbanos proyectados por Europa son un problemaTomorrow City
Europa está obligando a los países miembros a desplegar una enorme red de carga de coches eléctricos para fomentar el cambio de movilidad ante los ciudadanos. Alemania ha anunciado un millón de puntos de carga para la próxima década, unas estrategias que según los operadores de carga es errónea generando un problema donde no lo habrá.
Los planes de Europa para fomentar el cambio de movilidad y obligar a los ciudadanos a comprar coches eléctricos antes de que se prohíba la venta de coches de combustión en 2035 pasa obligatoriamente por una cuestión: disponer de una red de carga potente y rápida en el continente, por lo que antes de finales de año se apremió a los países miembros a comenzar a extender la red de puntos de carga, al mismo nivel que las estaciones de servicio.
Un plan que tiene que comenzar en 2024 y cuyo objetivo debe ser completado en 2030. En esta línea, Alemania ha sido uno de los primeros países en anunciar un plan estratégico para la instalación de un millón de puntos de carga rápida. Algo en lo que no se ha tenido en cuenta la opinión de los operadores de carga, que ven cómo estos planes no tienen tanta trascendencia como las administraciones están mostrando, según se desprende de una entrevista a un experto en el campo de la recarga de coches eléctricos en Alemania.
Las electrolineras eliminan los problemas de los cargadores urbanos
Christian Krüger, director general de BayWa Mobility Solutions, entiende que miles de puntos de carga a nivel urbano serán irrelevantes en el futuro. La generación de coches eléctricos hoy a la venta cuentan con un potente sistema a bordo que permite recargar hasta el 80 por ciento de la capacidad de la batería en poco menos de 30 minutos -conectado a un punto de carga rápida- y lograr hasta 100 kilómetros de autonomía en menos de 10 minutos.
Esta es la verdadera cuestión en la que trabajar. El verdadero objetivo es que los propietarios de coches eléctricos puedan recargar suficiente energía en el mínimo tiempo posible, como repostar combustible. Porque, por mucho que la potencia de los cargadores eléctricos sea muy elevada, si el vehículo no la admite, el tiempo conectado no se reducirá. La solución más idónea que este experto plantea son los hub de carga como el que ha inaugurado Audi en Alemania, pero abierto a todas las marcas. Una electrolinera a lo grande.
La NASA desvela una tecnología espacial capaz de cargar coches eléctricos en 5 minutos Leer noticiaReducir los tiempos de carga en los eléctricos es cosa de las marcas
Las estaciones de carga tienen una importante ventaja añadida: y es que, una vez cargado, el vehículo se va, por lo que no se mantiene ocupado el espacio. El mismo formato que los surtidores de combustible, nadie se queda estacionado impidiendo su uso a otros conductores, lo que sí ocurre con los cargadores eléctricos en ciudad, en aparcamientos subterráneos o espacios destinados en centros comerciales, cuyos propietarios no retiran los coches ya recargados hasta que no terminan sus compras y gestiones.
Pero, además, juega en contra de los puntos de carga urbanos la autonomía de los coches eléctricos. Cada vez más en aumento, no se necesita recargarlos todos los días, por lo que aumentar los puntos de carga públicos fomenta una estrategia de carga tan errónea como acudir a repostar con el depósito de combustible medio lleno o con tres cuartos. Por supuesto, nadie puede prohibir realizarlo, pero el combustible se degrada a largo plazo y cargar la batería sucesivamente y sin dejar que el vehículo la consuma degrada más rápidamente al dispositivo de almacenamiento de energía.
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Fuente : https://www.motor.es