La calculadora de Green NCAP permite conocer las emisiones totales de cualquier vehículo.
Green NCAP se encarga de analizar todos los vehículos del mercado desde el punto de vista de las emisiones contaminantes. Ahora, ha lanzado una útil calculadora que compara más de 30.000 vehículos.
Cualquier usuario con un poco de tiempo puede calcular cuánto contamina su vehículo cuando circula de manera relativamente precisa, ya que todos los datos de consumo y emisiones están a su alcance.
Sin embargo, el uso del vehículo es solo una pequeña parte del ciclo de emisiones, ya que estas comienzan a producirse desde el momento en que se extraen y manufacturan las materias primas con las que se fabricarán dichos automóviles.
«El coche eléctrico es el que más emisiones contaminantes ha producido antes de ser estrenado por su propietario»
Con el objetivo de concienciar a los usuarios de esta circunstancia, así como ofrecer datos más precisos y realistas, Green NCAP ha elaborado una calculadora que permite comparar más de 30.000 vehículos presentes en el mercado, incluidos los que ya no se comercializan.
Se llama Life Cicle Assesment (LCA) y basta con introducir el modelo de coche, los kilómetros anuales estimados y el país en el que se utiliza. Con esa información, LCA calcula y nos ofrece de inmediato información muy completa sobre las emisiones de dicho vehículo, incluso en qué medida se producen en cada fase del proceso: extracción de materias primas, producción de los combustibles, abastecimiento, uso y reciclaje o retirada final.
Los coches eléctricos también contaminan
Con esto en mente, es fácil llegar a la conclusión de que los vehículos eléctricos también contaminan.
No sólo porque los procesos de fabricación son similares a los de los automóviles con motor de combustión, sino porque el origen de la electricidad que consumen marca la diferencia. Y es que la electricidad puede provenir de energías renovables, pero también de carbón o gas natural.
En esto también influye mucho el país en el que se utilice el coche eléctrico. Por ejemplo, Green NCAP estima que en España producir 1 kWh supone emitir 154 gramos de dióxido de carbono (CO₂) de media. En cambio, en Alemania esa cifra se eleva a 293 gramos, mientras que en Suecia serían únicamente 50 gramos.
Comparativa real entre un eléctrico, un híbrido y un gasolina
Aprovechando la excelente herramienta que Green NCAP ha lanzado, hemos querido realizar una comparativa entre tres vehículos que pueden considerarse equivalentes: un Volkswagen ID.3 Life (107 kW), un VW Golf 1.4 Hybrid Style (150 kW) y un VW Golf 1.5 TSI Life (96 kW). Para todos ellos hemos seleccionado 15.000 kilómetros anuales recorridos en España.
Ciclo de vida
LCA establece en primer lugar una comparativa en la que se investigan los efectos ambientales de las distintas etapas del ciclo de vida de los vehículos.
Las etapas incluyen extracción de materias primas, fabricación, distribución, producción de combustibles y electricidad con la infraestructura y los servicios necesarios para el abastecimiento, uso del producto, reciclaje y disposición final.
La evaluación del ciclo de vida de Green NCAP cumple con la norma ISO 14040 y se centra en dos aspectos clave: las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y la demanda de energía primaria (PED).
Los gases de efecto invernadero (GEI) contribuyen al efecto invernadero, por lo que la suma de las emisiones de gases, producidas en las diferentes fases del ciclo de vida de un vehículo, es un indicador importante del impacto del vehículo en el calentamiento global.
Los gases de efecto invernadero investigados son el CO₂, el metano y el óxido nitroso, expresados como equivalente de CO₂ emitido.
La demanda de energía primaria (PED) es igualmente importante porque la energía es escasa y valiosa y debe utilizarse de manera eficiente. La energía primaria requerida, que debe extraerse de una o varias fuentes no renovables (fósiles) o renovables (por ejemplo, eólica, solar o hidroeléctrica), se expresa en kWh o MWh.
Como era de esperar, el modelo eléctrico es el que gana la comparativa GEI, aunque no por mucho margen con respecto al híbrido. Mientras el ID.3 arroja una media de 87 g/km de gases de efecto invernadero, el Golf Hybrid asciende hasta los 98 g/km. El Golf de gasolina sube hasta unos elevadísimos 194 g/km.
En lo relativo a la demanda de energía primaria (PED), la comparativa entre el modelo eléctrico y el híbrido es muy similar, llegando incluso este segundo a ganar la misma. Mientras que el ID.3 eléctrico arroja unas emisiones medias de 0,576 kWh/km, el Golf Hybrid se queda en 0,572 kWh/km. Mientras, el Golf de gasolina sube hasta los 0,753 kWh/km.
Evolución y procesos más contaminantes
La calculadora de Green NCAP no se queda ahí, pues también nos ofrece una gráfica en la que podemos ver en qué momento se producen las emisiones durante el ciclo de vida de cada vehículo (GEI).
En el caso de nuestros tres modelos comparados, podemos ver que el ID.3 es el que más emisiones contaminantes ha producido antes de ser estrenado por su propietario.
El eléctrico ha emitido 13,37 toneladas de gases de efecto invernadero, mientras que el Golf Hybrid es responsable de 8,95 toneladas y el Golf TSI de 7,25 toneladas. Es decir, el proceso de fabricación es más contaminante en el caso del eléctrico, algo a lo que sin duda contribuyen en buena medida las baterías.
En la gráfica también vemos que el Golf Hybrid compensa su mayor volumen de emisiones con respecto al TSI a partir de los 18 meses de uso, mientras que el eléctrico supera al TSI poco antes de los cuatro años y al Hybrid a los 10 años de uso.
Al final de la vida de todos ellos, estimada en 16 años, el eléctrico es el ganador con un total de 21 toneladas de gases de efecto invernadero emitidas, por 23,6 del híbrido y 46,5 del gasolina.
LCA también nos muestra los procesos más contaminantes. En el caso del ID.3 eléctrico, el ranking queda así:
- Producción del vehículo: 10,1 toneladas CO₂
- Suministro de energía: 5,8 toneladas CO₂
- Producción de la batería: 5,2 toneladas CO₂
- Mantenimiento del vehículo: 1,8 toneladas CO₂
- Reciclaje o retirada del vehículo: -1,9 toneladas CO₂
En el caso del Golf Hybrid, el ranking es el siguiente:
- Producción del vehículo: 9,1 toneladas CO₂
- Suministro de energía: 6,8 toneladas CO₂
- Emisiones directas (uso): 6,1 toneladas CO₂
- Mantenimiento del vehículo: 1,8 toneladas CO₂
- Producción de la batería: 1,1 toneladas CO₂
- Reciclaje o retirada del vehículo: -1,3 toneladas CO₂
Si nos fijamos en el Golf TSI de gasolina, el ranking es este:
- Emisiones directas (uso): 28,3 toneladas CO₂
- Suministro de energía: 9,3 toneladas CO₂
- Producción del vehículo: 8,2 toneladas CO₂
- Mantenimiento del vehículo: 1,6 toneladas CO₂
- Reciclaje o retirada del vehículo: -1 tonelada CO₂
Finalizamos esta interesante comparativa con la demanda de energía primaria (PED). En este caso, el ID.3 vuelve a ser el que más energía consume antes de cubrir su primer kilómetro, concretamente 53,87 MWh. El Golf Hybrid se queda en 35,15 MWh y el Golf TSI se conforma con 28,16 MWh.
Una vez en uso, el coche eléctrico comienza a compensar su mayor consumo de energía con respecto al gasolina a los 7 años, mientras que en el caso del híbrido esto no llega a suceder nunca.
Al finalizar el ciclo de vida de los tres modelos, el gasolina ha consumido 180,8 MWh (146,4 solo para el combustible), el eléctrico 138,3 MWh (78,5 para recargar las baterías) y el híbrido 137,3 MWh (95,1 en concepto de suministro de energía).
No cabe duda de que la herramienta de Green NCAP, de la cual tienes todos los detalles sobre su metodología y datos en este documento descargable, resulta muy reveladora e interesante, además de útil. ¿Qué te parece a ti?
Continuar leyendo...
Fuente : https://www.motor.es